La radiación solar entrante (insolación) es la principal fuente de energía que activa muchos de los procesos físicos y biológicos de la tierra. Conocer su importancia para las escalas del paisaje es fundamental para entender una gran variedad de procesos naturales y actividades humanas.
Con las escalas del paisaje, la topografía es un factor importante que determina la variabilidad espacial de la insolación. La variación de la elevación, la orientación (pendiente y orientación) y las sombras que proyectan las entidades topográficas afectan a la cantidad de insolación recibida en diferentes ubicaciones. Esta variabilidad también cambia con la hora del día y el momento del año, y a su vez contribuye a la variabilidad del microclima, incluidos factores como los regímenes de temperatura del suelo y el aire, la evapotranspiración, los patrones de deshielo, la humedad del suelo y la luz disponible para la fotosíntesis.
Las herramientas de análisis de radiación solar permiten representar cartográficamente y analizar los efectos del sol sobre un área geográfica durante períodos de tiempo específicos. Se tienen en cuenta los efectos atmosféricos, la latitud y la elevación del sitio, la inclinación (pendiente), la dirección de la brújula (orientación), los cambios diarios y estacionales del ángulo del sol y los efectos de las sombras proyectadas por la topografía circundante. Las salidas resultantes pueden integrarse fácilmente con otros datos de SIG y pueden ayudar a modelar los procesos físicos y biológicos afectados por el sol.